Cuando Clarissa Kelly hereda un castillo irlandés, lo único que se interpone en su camino es el hombre endiabladamente guapo que vive allí.

Ian

¿La chica americana cree que puede tomar mi castillo?

Wildheath es mío. El viejo me lo prometió.

Esta hermosa chica aparece y piensa que puede aterrizar en mi puerta con su cabello azotado por el viento, lanzarme esos bonitos ojos verdes hacia mí y doblegarme.

No importa cuánto me distraiga con esos labios carnosos y provocativos, o lo lindo que sea ese hoyuelo en su mejilla izquierda, ella no me quitará MI castillo.

No. No dejaré que esa chica me engañe, no importa cuánto quiera presionarla contra la pared y darle una bienvenida adecuada...

Clarissa

De inmediato sé que Ian O'Brien es un problema.

Con su mirada tormentosa y su ceño duro e implacable, el hombre es imposible.

Por alguna razón espera que le entregue las llaves de lo que me corresponde.

Sí, eso no sucederá.

Alguien necesita decirle a este irlandés que la posesión le corresponde al dueño legítimo. Así que me mudaré al castillo con él.

Pero si voy a reclamar lo que me pertenece, tendré que ignorar al hombre. Fingiré no notar esos hombros anchos y poderosos, y ese cabello negro rizado que me ruega que le pase los dedos.

Porque es hora de demostrarle a este irlandés enfurecido que finalmente ha encontrado a su igual.